HISTORIA
Sky
FICHA DE PERSONAJE
Nombre completo: Sky bad
Afiliación: Refugio del Sol / Guardian de los Tres / Heredero del Milagro
Edad: 16 años
Altura: 1.79 m
Clase: Boxeador - Estratega Divino – Guerrero de Luz
Rol en el grupo: Coordinador táctico, soporte ofensivo, precisión letal, líder improvisado.
Historia de Sky
Sky nació en el mismo pueblo Refugio del Sol donde vivían Budry y Cannorh. Desde pequeño, demostró una gran curiosidad y habilidad para analizar su entorno, lo que lo hacía destacar entre los demás niños. Sin embargo, su infancia no fue fácil. Sufría acoso escolar, ya que muchos lo veían como un niño callado, extraño y diferente.
A pesar de esto, encontró un refugio en Budry, quien se convirtió en su mejor amigo. Juntos exploraban el pueblo, descubriendo secretos y compartiendo sueños de grandeza. Con el tiempo, su amistad se expandió al incluir a Ikaru y Cannorh, formando un lazo inquebrantable.
Cuando Budry tenía 9 años, Sky presenció la llegada de un misterioso hombre que le dio una profecía sobre un eclipse eterno. Aunque en ese momento no entendía su significado, las palabras de aquel extraño quedaron grabadas en su mente.
Escena I – El Rincón del Pan
Refugio del Sol – (Sky: 9 años)
Una cálida tarde baña de luz dorada las calles del Refugio del Sol. El aire huele a pan horneado y canela. Unas campanitas suenan al abrir la puerta de madera del lugar favorito de los niños: la cafetería “El Rincón del Pan”.
[Interior – Cafetería. Tarde]
Una mesa redonda junto a la ventana. Budry, Sky, Ikaru y Cannorh están sentados, devorando pan de miel, pan de arroz con mantequilla, y una bebida de frutos rojos.
Budry (con la boca llena, emocionado):
¡Lo juro! ¡Vi al panadero levantar la mano y el horno se encendió sin tocarlo! ¡Tenía fuego en los dedos!
Sky (riendo mientras revuelve su bebida):
Eso fue la chimenea, Budry. No todo lo que brilla es magia.
Ikaru (mordiendo su pan lentamente):
Aunque… sería épico. ¿Un panadero hechicero que cocina con fuego sagrado?
Cannorh (cruzado de brazos, serio como siempre):
Eso explicaría por qué siempre nos da pan extra sin cobrar.
Todos (a coro, riendo):
¡JAJAJAJA!
Budry se limpia las migas de la boca, mira por la ventana con una sonrisa brillante.
Budry (sincero):
Me encanta este lugar… Cuando sea grande, voy a traer a mi familia aquí todos los domingos.
Sky (mirándolo de lado):
¿Y si no estás en el pueblo? ¿Y si te conviertes en algo más? ¿Un explorador? ¿Un líder?
Budry (encogiéndose de hombros):
Entonces les escribo cartas. ¡Con dibujos de pan!
Ikaru (sorbiendo su bebida):
Suenas como un adulto atrapado en un niño.
Cannorh (respondiendo sin inmutarse):
O un niño que sabe lo que quiere.
Una pausa tranquila. Las risas bajan de volumen. El viento agita la cortina. Entra un hombre.
[Puerta principal – Campanita suena]
Un hombre de apariencia desaliñada, capa oscura raída, botas polvorientas y una guadaña atada a su espalda con un reloj oxidado en la hoja. Nadie lo vio entrar. Sus pasos son silenciosos.
Se detiene frente a la mesa de los niños. Todos lo miran, sin moverse. El ambiente cambia. El aire parece más denso.
Hombre Misterioso (voz grave, pausada):
Cuatro…
Formidables guerreros.
Y una tierra… a la cual los dioses han dado la espalda.
Los niños lo miran sin parpadear. Sky frunce el ceño.
Hombre Misterioso (continuando):
El resultado será un eclipse eterno.
Oscuridad sin fin.
Sufrimiento…
Y juicio.
Cannorh (apretando el puño):
¿Quién eres?
Hombre Misterioso (girando lentamente la cabeza hacia él):
...No quien importa.
Pero ustedes…
Esperen lo peor para sus vidas, guerreros.
Con un movimiento lento, el hombre camina hacia la salida. Cuando sale… simplemente desaparece entre las sombras. La campanita no suena. Nadie más en el lugar parece haberlo notado.
Ikaru (susurrando):
¿Qué… fue eso?
Sky (serio, en voz baja):
No fue un juego…
Budry (forzando una sonrisa):
¡Seguramente era un actor! ¿Alguna broma del panadero?
Cannorh (mirando a la ventana):
No creo que bromearan con algo así…
Silencio. El pan ya no sabe igual. Algo invisible se ha quebrado en el aire.
Sky (mirando a Budry, con una risa nerviosa):
Hey… si el eclipse llega, prométeme una cosa.
Budry (extrañado):
¿Eh?
Sky (sonriendo de lado):
Que seguiremos viniendo al Rincón del Pan. Aunque sea bajo la luna.
Budry (con una pequeña risa):
Trato hecho. Aunque haya sombras… aquí siempre habrá pan.
Escena II – El Juicio Silente
Plano Superior – Cámara de los Eternos
Un espacio sin tiempo. El cielo es un abismo dorado suspendido en silencio. No hay sol, pero todo brilla. No hay viento, pero todo se mueve. Doce tronos se alzan sobre columnas de luz. En ellos, las entidades más antiguas del mundo: los Dioses Eternos.
Narrador (voz en off):
Cuando el equilibrio del mundo se rompe…
Cuando la simetría divina sufre una grieta…
Los que gobiernan desde lo alto se reúnen.
[Interior – Cámara de los Eternos]
Los dioses están sentados. Cada uno emana un aura distinta: uno arde como fuego, otro parece hecho de agua, otro es solo un contorno de estrellas. En el centro, un orbe flotante muestra imágenes del Refugio del Sol y cuatro niños: Budry, Sky, Ikaru y Cannorh.
Dios Solar (voz firme, autoritaria):
—La ruptura sigue expandiéndose. El tejido del destino… ya no responde.
Diosa del Tiempo (serena, con ojos vacíos):
—Cuerdas temporales anudadas. Sueños que no les pertenecen.
—Cuatro nacimientos fuera del eje del mundo.
—Cuatro errores… ¿o profecías?
Dios de la Cosecha (más rudo, impaciente):
—¡No importa lo que sean! ¡Están desbalanceando la tierra!
—Donde caminan, la tierra se pudre. La guerra los sigue.
Diosa del Viento (con voz etérea):
—¿Y si… fueron creados así por uno de nosotros?
Dios Solar (volteando hacia ella):
—¿Estás insinuando traición?
Dios del Juicio (interviniendo):
—No. Pero tampoco podemos ignorarlo más.
—Las señales se han vuelto ecos.
—Y los ecos... gritos.
El orbe muestra la cafetería, la escena del forastero y luego el rostro de Budry brillando en verde, con cuernos emergiendo brevemente.
Dios de la Oscuridad (una figura que parece humo y voz doble):
—¿Y si ya no es una anomalía…?
—¿Y si es un heraldo?
Dios Solar (con tono rotundo):
—Sea como sea… debe detenerse.
Diosa del Tiempo (sin emociones):
—No pueden ser destruidos aún.
—El destino debe ser observado.
Dios de la Guerra (golpeando la mesa celestial):
—¿Y entonces qué propones? ¿Esperar a que el eclipse los trague?
Silencio incómodo. Una figura surge desde las sombras, de pie entre los tronos. No se había movido en siglos. Es el único que no tiene rostro. Su voz es un eco hueco y frío.
El Dios sin Nombre (lentamente):
—...Yo iré.
Todos los dioses lo miran. Nadie responde al principio. El silencio pesa como una montaña.
Dios Solar (con cautela):
—No puedes intervenir directamente…
Dios sin Nombre (interrumpiendo):
—No intervendré.
—Acecharé.
—Observaré.
—Sembraré el miedo…
—Y cuando llegue el momento… haré que se rompan solos.
Diosa del Tiempo (aceptando con un suspiro):
—Así ha sido decretado. Que la sombra caiga sin forma.
—Un demonio sin nombre… para recolectar la verdad.
El orbe cambia. Muestra a Sky entrenando, a Budry mirando al horizonte, a Ikaru leyendo bajo un árbol, a Cannorh limpiando su lanza. La cámara se cierra sobre los ojos de Sky.
Dios sin Nombre (en voz baja, como un eco que atraviesa planos):
—No me importa qué sean…
—Solo quiero ver hasta dónde pueden romperse… antes de suplicar que no hubieran nacido.
La escena se disuelve en la oscuridad del plano eterno. El juicio ha comenzado. Y el acechador ya camina entre ellos, invisible, implacable, silencioso.
Escena III – La Primera Catástrofe
Refugio del Sol – (Sky: 10 años)
El cielo se ennegrece. Nubes bajas como cuchillas atraviesan las montañas. El Refugio del Sol está inquieto. Algo antiguo se ha despertado. Y nadie lo ve venir.
[Exterior – Calle principal del Refugio del Sol]
Sky camina solo por el mercado. Es mediodía, pero parece atardecer. El aire está denso. El viento no corre. Una sensación de náusea lo invade.
Sky (deteniéndose):
—¿Qué es esta presión…? ¿Por qué todo está tan… quieto?
Ni un pájaro canta. Nadie sonríe. Los tenderos han cerrado temprano. Un escalofrío le sube por la columna.
Sky (mirando al cielo):
—Esto no es normal…
[Interior – Casa de Budry, minutos antes]
Budry discute con su madre. Su rostro está rojo, sus ojos húmedos.
Budry (gritando):
—¡Siempre me tratan como si fuera un problema! ¡Solo porque quiero entrenar, leer, salir…!
Alice (madre) (exhausta):
—¡Porque no tienes idea de lo que hay allá fuera, Budry! ¡El mundo no es un juego! ¡Eres solo un niño!
Budry (frustrado):
—¡Entonces déjenme ser algo más que eso!
Budry da un portazo y sale corriendo. En ese momento… el suelo tiembla.
[Exterior – Refugio del Sol colapsa]
Una columna de sombra emerge del bosque. No tiene forma. Es una grieta viva. Desde su interior, se extienden raíces negras que tocan casas, calles… y las descomponen.
Gente (gritando a lo lejos):
—¡¡¡CORRAN!!! ¡¡SE ABRE LA TIERRA!!
Sky (corriendo):
—¡¿Qué es eso?! ¡¿QUÉ ES ESO?!
Casas se doblan como papel. El suelo se agrieta. Las raíces atraviesan techos. La casa de Budry es una de las primeras en colapsar.
Sky (mirando con horror):
—¡¡NO… NO, NO!!
Corre hacia los escombros. El fuego comienza a expandirse. Todo huele a ceniza.
[Interior – Ruinas de la casa de Budry, horas después]
Es de noche. El fuego ha cesado. El humo aún humea. Sky, cubierto de polvo, excava con sus manos desnudas. Suda, tiembla. Sus uñas están rotas.
Sky (gritando entre escombros):
—¡¡Budry!! ¡¡ALICE!! ¡¡RESPÓNDANME!!
Saca una tela quemada… luego una figura. Pero no es Budry. No es nadie. Solo un cuerpo irreconocible. Sky cae de rodillas.
Sky (susurrando):
—No… no puede ser…
Un ruido lo alerta. A lo lejos, entre la niebla, una silueta se acerca cojeando.
Budry (débil, con un brazo herido):
—…Sky…
Sky (corre hacia él, abrazándolo con fuerza):
—¡Estás vivo! ¡Gracias a los cielos…! Yo pensé… pensé que… ¡Tu casa!
Budry (sin llorar, con voz hueca):
—Ya no tengo casa…
—...Ni familia.
Silencio. El viento sopla por primera vez. Ambos se sientan entre ruinas y humo. No hablan por largos minutos. Solo respiran. Vivos, pero vacíos.
[Días después – Cuartel de la Guardia]
Budry es detenido. Soldados lo interrogan. Sky observa desde lejos, impotente.
Guardian Wilzik (frío):
—Eres el único que salió con vida. Nadie entiende por qué.
Budry (sin expresión):
—Yo tampoco.
Guardian Wilzik (frunciendo el ceño):
—Eso… ya es sospechoso.
Le colocan un brazalete limitador y lo llevan hacia el interior del cuartel. Sky da un paso adelante, pero alguien lo detiene.
Sky (gritando):
—¡Él no hizo nada! ¡Él perdió todo!
Guardian Wilzik (bajando la voz):
—Y por eso… ahora pertenece a nosotros.
[Exterior – Cementerio improvisado del Refugio]
Sky, Ikaru y Cannorh observan en silencio mientras entierran cuerpos. Niños, adultos, ancianos. Nadie quedó ileso. Ikaru aprieta los dientes. Cannorh no pestañea.
Sky (rompiendo el silencio):
—¿Creen que fue… lo que dijo aquel hombre?
Ikaru (con voz tensa):
—No puede ser una coincidencia.
Cannorh (susurrando):
—Ni un dios haría esto… ¿o sí?
Sky (mirando la lápida sin nombre frente a él):
—No sé qué clase de dios quiebra a niños…
—…Pero si esto fue por existir… entonces tenemos que entender por qué existimos.
Escena IV – La Guardia
[Lugar: Cuartel de Entrenamiento – Refugio del Sol]
Un gran espacio de piedra tallada, donde el eco de espadas y gritos de esfuerzo llenan el aire. Bajo el mando del Capitán Rhazik, los jóvenes reclutas entrenan. Sky, Budry, Ikaru y Cannorh son ubicados en el mismo escuadrón.
Inicio del Reencuentro
Sky: (sorprendido)
—¿Ikaru...? ¿Cannorh?
Cannorh: (riendo mientras se lanza sobre Sky para abrazarlo)
—¡Ja! ¡Sabía que tú también terminarías aquí, geniecillo!
Ikaru: (más serio, pero sonriente)
—Veo que el destino nos sigue uniendo.
Budry: (cruza los brazos, contento pero conteniéndose)
—Parece que volveremos a pelear juntos… como cuando derribamos aquella estatua en la plaza.
Sky: (riendo)
—¡Eso fue idea tuya, Bud! ¡Yo solo quería calcular el ángulo correcto…!
Primera Lección del Capitán Wilzik
Capitán Wilzik: (una figura imponente, con cicatrices y mirada férrea)
—¡Silencio! ¡Aquí no hay niños! Hay guerreros en formación. Si quieren sobrevivir al invierno, ¡deberán matarse en el entrenamiento!
Sky: (en voz baja a Budry)
—Parece amable.
Budry: (irónico)
—Sí, seguro nos cuenta cuentos antes de dormir.
Capitán Wilzik:
—¡¡¡Dije silencio, Malparidos!!!
Primer Ejercicio – Combate por parejas
Ikaru contra Cannorh. Budry contra Sky. La tensión sube.
Cannorh: (poniéndose en guardia)
—No pienses que voy a ser suave, Ikaru.
Ikaru: (sonríe con picardía)
—No espero menos.
Se lanzan al combate. Rápido, fluido. Ambos están al nivel.
Sky: (mientras esquiva a Budry)
—¡Ey, Bud, espera! ¡No tengo tu fuerza!
Budry: (con una sonrisa salvaje)
—Entonces tendrás que ganarme con tu cabeza. ¡Como siempre!
Sky tropieza, rueda, lanza arena a los ojos de Budry y lo hace caer.
Budry: (tosiendo, riendo)
—¡Eres un tramposo... brillante tramposo!
Más tarde, en la torre del cuartel
Los cuatro amigos miran al cielo desde la torre más alta. El sol comienza a teñirse de naranja.
Sky:
—¿No sienten que algo… nos observa? Desde que vimos a ese hombre con la guadaña en “El Rincón del Pan”... algo me persigue en sueños.
Ikaru: (serio)
—Yo también lo siento. No fue casualidad.
Budry: (apretando los dientes)
—Ese viejo loco habló de una profecía… ¿y si tenía razón?
Cannorh: (tratando de aligerar el ambiente)
—¿Y si solo estaba hambriento? ¡Yo también alucinaría con un eclipse eterno si no como pan en tres días!
Todos ríen, pero luego se quedan en silencio mirando el horizonte.
Años después… La Exploración
[Lugar: Cueva de las Geodas] - (Sky: 10 años)
Más fuertes, más sabios, lideran una expedición de la Guardia. El interior de la cueva brilla con luz multicolor. En el centro, una vitrina de piedra con una empuñadura misteriosa.
Sky: (asombrado)
—Esto… esto no está en ningún mapa.
Ikaru: (leyendo las inscripciones con dificultad)
—Lenguaje olvidado… habla del “corazón del eclipse”.
Budry: (acercándose hipnotizado)
—Es igual a las palabras que leí en el archivo sellado... Esto es parte de la profecía.
Budry extiende su mano y toca la empuñadura. Una explosión de luz verde lo envuelve. Por un momento, se ven tres cuernos emergiendo de su cabeza. Luego, una espada de hueso aparece entre sus manos. Todo se desvanece. Ha sido solo una visión… o una advertencia.
Sky: (temblando)
—¡¿Viste eso?! ¡Era real!
Cannorh: (mirando los muros)
—Esto... esto fue una prueba.
El Golem Ataca
Temblor. Rocas caen. Un Golem de piedra despierta rugiendo de la tierra.
Sky: (gritando)
—¡Formación, ahora!
Budry: (corriendo directo hacia el Golem)
—¡Yo lo distraigo!
El Golem le propina un golpe brutal a Budry, hiriendo gravemente su ojo izquierdo. La sangre corre.
Cannorh:
—¡Budry!
Ikaru: (con furia contenida)
—¡Sky, flanco derecho! ¡Cannorh, conmigo!
Con maniobras combinadas, logran derribar al Golem. Sky corre hacia Budry.
Sky: (desesperado)
—¡Aguanta, Bud! ¡Ya casi termino de sellar la herida!
Budry: (medio inconsciente)
—Duele… pero algo… despertó en mí…
Eclipse Eterno
Pasan los meses. La herida de Budry se oscurece pero no lo detiene. Soldados comienzan a morir. El invierno llega con una nevada imposible en esa región. El cielo se apaga. Un eclipse lo cubre todo.
Sky: (observando el cielo oscuro, casi susurrando)
—Lo peor… apenas comienza.
Cannorh: (en voz baja)
—¿Y si nosotros... somos la razón?
Ikaru: (mirando su reflejo en la nieve)
—Entonces también debemos ser la solución.
Budry: (colocando una mano sobre el hombro de cada uno)
—No importa qué seamos… Somos hermanos. Y pelearemos hasta el último aliento.
Los cuatro miran hacia el horizonte, mientras la oscuridad del eclipse eterno comienza a devorar el mundo.
Escena V – La Sombra que Acecha
Narrador:
Tras el ataque del Golem en la cueva, los chicos regresaron al Refugio del Sol. Aunque el pueblo celebró la hazaña, algo había cambiado. Budry llevaba una cicatriz maldita, y en sus ojos se escondía un recuerdo que ninguno podía ver: la espada de hueso, los cuernos, la visión.
Interior – Cuartel de la Guardia – Noche
El grupo descansa en una sala iluminada por velas. Budry está sentado en silencio, mientras Sky pule su lanza y Cannorh duerme profundamente. Ikaru se acerca con dos tazas de té.
Ikaru: (sonríe levemente)
—Té negro con miel... como te gusta. Aunque con esa herida deberías estar tomando algo más fuerte.
Budry: (acepta la taza sin mirarlo)
—Gracias, Ikaru... No me duele tanto como antes.
Sky:
—¿A ti no te duele? ¡Casi pierdes el ojo, idiota! No puedes simplemente ignorarlo.
(se detiene)
Perdón. Es que... no puedo sacarme esa cueva de la cabeza.
Budry:
—Yo tampoco. Lo que vi… fue más que una visión. Era como... si el futuro me gritara desde dentro.
Ikaru:
—¿La espada? ¿Los cuernos?
Budry:
—Sí. Y los textos en la piedra... hablaban de nosotros. De un error divino. De un eclipse eterno.
(se levanta lentamente)
—Nosotros cuatro. Algo en nosotros no debería existir. Lo sabíamos desde que ese hombre con la guadaña nos habló…
Flashback – “El Rincón del Pan” – 6 años antes
Una cafetería acogedora, risas y olor a pan recién hecho. Budry, Sky, Ikaru y Cannorh comen dulces mientras juegan con servilletas dobladas en forma de bestias.
Sky:
—¡Y entonces el dragón le escupe fuego al monstruo del lavabo! ¡Pffffff!
(ríe mientras Cannorh aplaude)
Cannorh:
—¡Budry, sálvame del dragón de azúcar!
Budry: (con voz dramática)
—¡Con mi cuchara mágica derrotaré al dulce mal!
Los cuatro ríen. De pronto, un extraño hombre con túnica gastada, guadaña y un reloj oxidado se acerca a su mesa. Su voz es rasposa y pausada.
Hombre Misterioso:
—Cuatro formidables guerreros... una tierra a la que los dioses han dado la espalda...
(ellos callan, sorprendidos)
—Esperen lo peor para sus vidas. Un eclipse eterno se acerca...
El hombre da un paso atrás... y desaparece entre las sombras de la calle sin dejar huella.
Ikaru (de niño):
—¿Qué demonios fue eso?
Sky (niño):
—Tal vez solo estaba loco.
Budry (niño):
—O tal vez tenía razón...
Regreso al Presente – Cuartel de la Guardia
Ikaru:
—¿Y si ese eclipse... ya empezó?
En ese momento, una ráfaga de aire apaga una vela. El ambiente se enfría.
Cannorh (despertando):
—¿Sintieron eso...? No fue el viento.
Una voz grave resuena en sus cabezas. No viene de un lugar físico, sino de dentro de ellos mismos.
Voz Desconocida:
—Deben pagar por su existencia… Hijos del error… Hijos del caos…
Sky se levanta de golpe.
Sky:
—¿Lo oyeron? ¡Está aquí! ¡Está viéndonos! ¡Nos está cazando!
Budry se lleva la mano al ojo herido. De su cicatriz brota una tenue luz verdosa.
Budry:
—No es una pesadilla. Nos están buscando. Los dioses… quieren eliminarnos.
Los Manuscritos del Destructor
La noche caía sobre el monasterio perdido de Brahmapura, un lugar oculto entre montañas que parecían rozar el cielo. Allí, bajo bóvedas talladas con símbolos que nadie más recordaba, Sky se sentó frente a una mesa de piedra.
Encima de ella descansaban pergaminos viejos, pieles marcadas con fuego, y libros que parecían respirar con cada página.
El aire olía a incienso y polvo ancestral.
Las velas chisporroteaban como si temieran lo que contenían aquellos textos.
Sky ajustó sus guantes rojos —no podía quitárselos, eran parte de él, incluso en reposo— y comenzó a leer.
El Libro del Tandava
El primero de los manuscritos hablaba de la Danza del Fin de los Tiempos: el Tandava.
Cada movimiento de Shiva no era solo una coreografía divina, sino un lenguaje de destrucción y creación.
Las páginas mostraban ilustraciones de brazos infinitos, giros que podían arrancar estrellas de su lugar, y pisadas que convertían mares en polvo.
Sky (en voz baja):
—Su combate no es lineal… es un ritmo.
Es música hecha violencia.
Comenzó a imitar lentamente algunos de los pasos descritos, mezclándolos con su Boxeo Celestial. Sus jabs se convirtieron en notas, sus ganchos en compases, sus esquivas en silencios dentro de la danza.
El sudor corría por su frente, pero cada gesto lo acercaba a comprender el patrón de su enemigo.
El Manuscrito del Ojo Ardiente
Otro tomo, cubierto en ceniza, hablaba del tercer ojo de Shiva:
una llama eterna que no ve la carne, sino la esencia.
Un fuego que incinera la ilusión misma.
Los textos advertían:
"Quien enfrente al ojo deberá aprender a no tener miedo de ser visto por completo."
Sky cerró el libro, respirando hondo.
Imaginó ese fuego perforando su alma, quemando sus dudas, reduciendo a cenizas sus miedos más íntimos.
Y sonrió, con una calma extraña.
Sky (pensando):
—Si me desnuda de todo… solo quedará mi voluntad.
Y eso, ni siquiera un dios puede romperlo.
El Grimorio de los Mil Brazos
El último libro parecía más una bestia dormida que un texto.
Sus tapas estaban hechas de hueso tallado y en su interior se describía la multiplicidad de Shiva:
mil brazos, mil armas, mil realidades golpeando a la vez.
Las ilustraciones mostraban ejércitos enteros cayendo bajo un solo giro de aquel dios.
Los márgenes estaban escritos con sangre antigua, de quienes intentaron comprender demasiado y murieron en el intento.
Sky apretó los dientes.
Cerró los ojos y activó su Visión de Realidades Posibles.
Durante un instante, sintió que los mil brazos lo rodeaban.
Que cada puño, cada lanza, cada golpe estaba ya dirigido hacia él.
Pero entonces, respiró.
El boxeador no trató de detenerlos todos.
Solo eligió uno, el más letal.
Y lo desvió.
Los demás se desmoronaron como ilusiones de humo.
Sky (abriendo los ojos, exhausto pero sonriente):
—Mil brazos no significan nada… si tu mente se enfoca en uno solo.
La Revelación
Horas después, cuando las velas estaban casi consumidas, Sky cerró los libros.
Su cuerpo estaba adolorido por los entrenamientos que había improvisado en el mismo santuario, pero su espíritu ardía con una claridad nueva.
Ya no veía a Shiva solo como un dios imposible de derrotar.
Lo entendía como un río de ritmos, de símbolos, de pruebas.
Un enemigo que era tanto fuerza bruta como danza, tanto fuego como espejo.
Sky salió del monasterio, y bajo el cielo estrellado, alzó los guantes al firmamento.
Sky (jurando en voz alta):
—Shiva… no importa cuántos universos destruyas.
Yo seré el puño que recuerde al mundo que incluso los dioses sangran.
El viento respondió como un eco, llevando su promesa hacia el horizonte.
La batalla aún no había comenzado, pero Sky ya estaba preparado.
Exterior – Calles del Refugio del Sol – Día siguiente
La Guardia marcha por las calles. El invierno llegó de forma repentina. Nieve cubre los tejados. El cielo es negro, como si el sol hubiese sido arrancado del firmamento. Todo parece... detenido.
General Wilzik:
—¡Formación! Vamos a barrer cada rincón. Sea quien sea que está matando a nuestros hombres... ¡no saldrá de aquí vivo!
Sky (a Budry, mientras marchan):
—¿Y si no es “alguien”? ¿Y si es... algo más?
Budry (mirando el cielo):
—Entonces no marchamos a una batalla. Marchamos a una sentencia.
Interior – Bosques Helados a las afueras
Exploran un viejo templo enterrado bajo la nieve. Figuras deformes acechan desde los árboles, sin moverse. Una de ellas desciende: un ser sin rostro, formado por humo y ecos.
Entidad (voz múltiple):
—Tiemblen, pues han sido marcados…
Cannorh (temblando):
—¡Eso no es un demonio… es una sombra viva!
Ikaru:
—¡Budry, Sky, retrocedan! ¡Busquen salida!
Sky:
—¡No! ¡No vamos a correr!
Sky lanza su lanza y la atraviesa… pero no hay cuerpo, solo vacío. La sombra lo rodea, susurra su nombre.
Entidad:
—Sky… hijo del pensamiento. Tu mente es la grieta…
La sombra intenta entrar en él. Ikaru empuja a Sky y lo aleja.
Ikaru:
—¡No vas a tocarlo! ¡Somos errores, pero somos nuestros!
Budry grita. De su cicatriz brota una llamarada verde. Por un instante, los cuernos aparecen en su cabeza y su puño se convierte en hueso. La sombra retrocede.*
Budry: (gritando)
—¡Nosotros no seremos títeres de ningún dios!
La entidad se dispersa… por ahora.
Exterior – Noche
Los chicos se esconden en una cabaña abandonada, heridos, agotados. Budry sangra por el ojo. Sky le pone una venda.
Sky (con lágrimas):
—¿Qué hicimos, Bud...? ¿Qué hicimos para merecer esto?
Budry (susurrando):
—Nacer...
Ikaru (mirando el fuego):
—Entonces vivamos... lo suficiente para que lo entiendan.
Cannorh (riendo suavemente, con una manta encima):
—Y para darles pelea, como buenos errores que somos...
Epílogo – El Hijo del Error
Sky sabía la verdad.
Él y sus amigos no eran errores…
Eran consecuencias.
Testigos de un mundo roto.
Y también… los únicos que podían salvarlo.
Sky (en su mente):
—Si los dioses nos llaman errores…
—entonces seremos la falla que rompa su sistema.
CAPÍTULO FINAL: LA BESTÍA, LOS DIOSES Y EL ERROR DIVINO
(Continúa justo después del grito de victoria de Budry al devorar a Moros…)
Mientras Budry jadea contra el tronco del árbol, su cuerpo exhausto y aún temblando por la rabia, el cielo se parte en dos. Como una herida en el firmamento, dos nuevas presencias descienden:
—Tenebros, dios de la penumbra y los vacíos no nombrados.
—Cronos, el que corrompe el tiempo, el primer reloj roto.
Ambos avanzan hacia la tierra arrasada.
Sky, Cannorh e Ikaru ya estaban esperando.
ESCENA: DIOSES EN LA TIERRA
La arena de batalla se divide en tres zonas.
ZONA I – Sky vs Shiva, el Destructor
El aire se rompe como cristal bajo una presión cósmica.
Los cielos estallan en rugidos de tormenta y relámpagos que caen como lanzas.
Del horizonte emerge Shiva, el Destructor:
piel azul que parece forjada en un fuego nocturno, cabello que fluye como un río estelar, y en su frente, el tercer ojo arde como un sol enloquecido, devorando el espacio con su llama eterna.
Su presencia es un martillo sobre el alma, un recordatorio de que hasta los dioses pueden desear destruirlo todo.
Shiva (voz como trueno y mantra):
—Guerrero… ¿te atreves a bailar el Tandava conmigo?
Tu vida se extinguirá en mi danza de disolución.
El suelo tiembla bajo sus palabras.
Sky avanza un paso, firme. Sus guantes de boxeo rojos brillan como dos soles en miniatura, cubiertos por runas doradas que se encienden como brasas vivientes. Su respiración es profunda, el pecho marcado por el peso de la decisión.
Sky (voz firme, sin vacilar):
—Entonces que sea un baile… pero con mis reglas.
El Primer Choque
Shiva desciende con su tridente, un golpe vertical que divide el aire.
El impacto podría partir continentes, pero Sky se desliza con un paso lateral, un movimiento tan preciso que roza lo imposible.
Con la otra mano lanza un jab celestial: un destello de luz comprimida que explota contra el torso del Destructor.
El aire vibra, el eco del golpe abre grietas en la tierra, y el dios retrocede un paso.
Shiva sonríe. Su sonrisa es fuego en forma de mueca.
De su espalda se desdoblan miles de brazos ilusorios, cada uno sosteniendo armas divinas: espadas forjadas en la aurora, mazas envueltas en relámpagos, lanzas que gritan mantras en cada giro.
El cielo se llena de acero divino.
Sky cierra los ojos.
Activa el Ojo del Estratega.
El tiempo se ralentiza.
El universo se vuelve un tablero, y cada movimiento de Shiva se muestra con seis segundos de anticipación.
Las trayectorias son caminos de fuego, y él, una sombra que se desliza entre la tormenta.
Un uppercut.
Un gancho giratorio.
Una ráfaga de jabs que no buscan solo dañar, sino quebrar la voluntad del enemigo.
El Boxeo Celestial estalla en su máxima expresión: cada golpe deja un halo de luz vibrante que sacude el suelo y convierte las montañas lejanas en cascadas de polvo.
La Ira del Destructor
El tercer ojo de Shiva se abre por completo.
Una ola de fuego blanco y negro, más antigua que las estrellas, brota hacia Sky.
No es solo calor: es aniquilación pura, la llama que reduce universos a cenizas.
Sky no se inmuta.
Carga aire en sus pulmones y con un rugido desata el Puño del Alba.
Un golpe ascendente, brillante como un sol naciente, que corta la llamarada divina en dos y alcanza el pecho azul del Destructor.
La carne de un dios se abre.
De la herida mana sangre ardiente, como lava incandescente que chorrea y consume la tierra.
El mundo entero tiembla.
Montañas se agrietan.
El cielo parpadea.
Shiva (rugiendo con furia):
—¡Ni mortales ni dioses pueden tocarme!
Sky (jadeando, pero concentrado):
—Yo aprendí de ambos.
Danza de Realidades
Sky activa su Visión de Realidades Posibles.
Shiva pestañea y por primera vez, su concentración vacila.
A su alrededor comienzan a multiplicarse infinitas versiones de Sky:
uno atacando desde la izquierda, otro saltando desde arriba, otro susurrándole detrás.
Los miles de brazos de Shiva golpean en todas direcciones, pero sus ataques se vuelven imprecisos, caóticos.
El Destructor, acostumbrado a la perfección absoluta, se enfrenta al caos de un guerrero que manipula futuros como espejos rotos.
Sky aprovecha la apertura.
Se impulsa en el aire, guantes ardiendo como estrellas, y dispara la Flecha del Veredicto:
un proyectil de luz pura que atraviesa las defensas mágicas y se clava en el hombro de Shiva.
El grito del Destructor es tan intenso que hace vibrar las constelaciones.
Los mares se elevan, los ríos cambian de cauce, y hasta los dioses en su trono sienten la onda expansiva.
Shiva gira su tridente, lo convierte en un ciclón de armas y lanza un ataque en espiral, un torbellino destructor que amenaza con tragarse a todo lo existente.
Sky observa.
Adapta.
Y usa su habilidad de Mil Formas.
Imita el flujo, la cadencia, la danza misma del dios.
Convierte la espiral en un espejo, absorbiendo el ritmo y devolviendo el impacto en un contraataque devastador.
Por un instante, el Destructor siente su propio estilo usado contra él.
El Final
Sky sangra por la boca y los brazos tiemblan, pero no retrocede.
Cada respiración es un tormento, pero también un recordatorio: su voluntad es más fuerte que la eternidad misma.
Las runas doradas en sus brazos comienzan a deshacerse, quemando su piel, pero dándole un último regalo de poder absoluto.
Sky (gritando con cada fibra de su ser):
—¡Este es mi juicio, Shiva!
Lanza una combinación final:
Jab. Cross. Gancho. Uppercut.
Y para cerrar, el Puño del Alba, directo al corazón azul del Destructor.
El impacto es un cataclismo.
Un sol estalla entre ambos.
El pecho de Shiva se abre en luz incandescente.
El Destructor sonríe, no con burla, sino con reconocimiento.
Mientras su cuerpo arde en llamas cósmicas que lo reducen a cenizas brillantes, su voz resuena como un eco en la eternidad:
Shiva (susurrando, casi con ternura):
—Eres digno… de ver la eternidad.
El coloso se desvanece, dejando solo polvo estelar en el viento.
El campo de batalla queda en silencio.
Sky cae de rodillas, jadeando, con sangre en los labios.
Sus guantes siguen resplandeciendo, aunque su luz es tenue.
Ha sobrevivido.
Pero sabe que el precio apenas comienza.
EPÍLOGO
Sky cae de rodillas. La sabiduría divina se disuelve suavemente en su mente.
Cannorh se desploma, abrazado por raíces curativas.
Ikaru cierra los ojos, sentado entre las cenizas del tiempo.
Y en la distancia, aún dormido contra un árbol...
Budry sonríe.
Pero el cielo, aunque limpio, aún tiene una pequeña grieta.
Habilidades de Sky
Estilo de Combate
-
Boxeo Celestial
Combina movimientos de boxeo clásico con técnicas acrobáticas y ráfagas de energía divina. Cada golpe tiene precisión quirúrgica, y algunos generan una vibración luminosa que desestabiliza enemigos más grandes. -
Tiro Sagrado de Alta Precisión
Dispara múltiples proyectiles a puntos vitales, incluso en movimiento. Utiliza conocimiento anatómico y lecturas de energía para acertar con exactitud. -
Técnicas de Desarme y Redirección
Estilo cuerpo a cuerpo que convierte el impulso enemigo en apertura estratégica.
Habilidades Especiales
-
Ojo del Estratega: Todo se ralentiza. El mundo se convierte en líneas y trayectorias."
-
Sky accede a una percepción acelerada del tiempo. Puede predecir hasta 6 segundos en el futuro inmediato y calcular la mejor acción entre cientos de opciones.
-
Efecto: Aumenta evasión y precisión en 400%.
-
Duración: 10 segundos.
-
Enfriamiento: 3 minutos.
Sabiduría de los Senderos Antiguos
-
"Las runas olvidadas susurran soluciones."
Domina lenguas y símbolos de civilizaciones extintas. Puede activar tecnología sagrada, leer sellos mágicos y encontrar puntos débiles en artefactos o deidades. -
Pasiva: Interpreta y reacciona a patrones complejos.
-
Activa: Invoca efectos de sabiduría ancestral como trampas o bendiciones tácticas.
Puño del Alba (Técnica de boxeo divina)
-
"Golpea como la primera luz del día: limpia, cálida y brutal."
Un golpe ascendente que combina velocidad, impulso giratorio y energía sagrada. Ideal contra enemigos oscuros o corruptos. -
Efecto: Desarma al oponente y lo lanza hacia atrás.
-
Extra: Ignora armaduras oscuras o ilusiones.
Flecha del Veredicto
-
"El juicio se dispara con la verdad."
Una única flecha, imbuida con una intención pura. Puede atravesar campos de energía o manipulación mental. -
Efecto: Daño elevado, ignora defensas mágicas.
-
Uso: Limitado a 2 veces por día.
Mil Formas – Adaptación de Combate
-
"Tu arma es tu entorno."
Sky puede aprender el estilo de un enemigo tras observarlo por unos segundos, adaptando su postura y contraataques. -
Efecto: +30% resistencia al daño recibido por ese enemigo.
-
Pasiva: Se vuelve progresivamente más difícil de golpear.
Visión de Realidades Posibles
-
"Cada decisión crea un universo. Yo los veo todos."
Durante el combate, Sky puede proyectar escenarios falsos en la mente del enemigo (ilusiones tácticas puras, no oscuras). Confunde al oponente mostrándole versiones alternativas de Sky, Cannorh o Ikaru. -
Duración: 7 segundos.
-
Efecto: Reduce precisión enemiga y aumenta chance de golpe crítico.
-
Requiere: Plena calma mental.
Habilidades de Soporte
-
Táctico Nacido: Puede coordinar aliados sin necesidad de hablar. Un gesto, una mirada, y saben qué hacer.
-
Análisis de Debilidad en Tiempo Real
-
Memoria de Combate Perfecta
-
Lenguas Sagradas y Perdidas
-
Conocimiento Universal de Criaturas y Dioses
Debilidades
-
No posee gran resistencia física prolongada.
-
Requiere claridad mental para activar sus mejores habilidades.
-
Es vulnerable si es sorprendido fuera de combate estructurado.
Frases de combate
-
"La estrategia no espera. El tiempo es mi aliada."
-
"Golpea con fe, no con furia."
-
"Solo los ciegos temen la luz."
-
"No eres un dios. Solo eres… predecible."