HISTORIA CHUMS
FICHA TÉCNICA DE CHUMS
-
Nombre: Chums
-
Título: El Guerrero Supremo de Kalif
-
Edad: 29 años
-
Altura: 1.95 m
-
Peso: 97 kg
-
Origen: Kalif (Mundo devastado por la guerra)
-
Ocupación: Supremo y Protector de Kalif
-
Raza: Humano con linaje divino
-
Arma Principal: Lanza Corta
-
Personalidad: Determinado, estratégico, protector, con un fuerte sentido del deber.
Capítulo 1 – Hermanos en las Cenizas (La Infancia de Chums y Budry)
Kalif, año 798 del ciclo de guerra. En un mundo que ya había olvidado la paz...
La lluvia caía sin cesar sobre los restos calcinados de una aldea perdida entre las montañas. Entre el humo y los escombros, dos niños caminaban descalzos sobre el barro, sus ojos llenos de fuego y frío a la vez.
—“No mires atrás, Budry… solo sigue caminando.” —dijo Chums, apenas con once años, pero ya con la voz endurecida por la pérdida.
Budry, su hermano gemelo, iba detrás, jadeando. Tenía la piel pálida, las venas marcadas como si el tiempo corriera distinto en su cuerpo. Sus ojos, aunque aún inocentes, brillaban con un peso antinatural.
—“¿Crees… que mamá nos veía desde las estrellas?”
Chums se detuvo. Miró el cielo cubierto de nubes negras y apretó los puños.
—“No lo sé. Pero si lo hace… entonces está llorando.”
La maldición
Cinco años antes, cuando Budry tenía solo seis, un demonio menor, escapado de una grieta entre planos, atacó la aldea. Nadie supo su nombre, solo su sombra. Budry fue el único sobreviviente del ataque. Pero no salió ileso.
Desde entonces, su cuerpo comenzó a deteriorarse. Cada año que pasaba, Budry envejecía como si el tiempo lo devorara desde adentro.
A los seis, tenía la apariencia de siete.
A los ocho, ya parecía un adolescente.
Y a los once... ya tenía el aspecto de un hombre exhausto, con la respiración débil y los huesos quebradizos.
—“Chums… no me queda mucho. A veces sueño que despierto... y soy cenizas.”
—“No digas eso. No mientras yo esté contigo. Yo encontraré la cura, ¡lo juro por Kalif!”
—“¿Y si no hay cura?”
—“Entonces haré que el tiempo retroceda. Haré lo imposible. Lo que sea.”
Pero el destino no negocia.
El final de Budry
Una noche, cuando las luces de las fogatas se apagaban y solo los grillos hablaban en la oscuridad, Budry no despertó. Chums lo encontró en posición fetal, con una pequeña sonrisa.
—“Hermano… llegué al final del tiempo.” —fue lo último que alcanzó a decir, apenas un susurro.
Chums gritó. Golpeó la tierra con su lanza de madera. Juró al cielo, a los dioses, al infierno mismo.
—“¡ME OYEN?! ¡¡SE LO LLEVARON TODO!!”
El eco le respondió con silencio. Y en ese silencio… nació el Guerrero Supremo.
Un adiós imposible
Chums construyó una tumba con sus propias manos, tallando el nombre de Budry en piedra.
> Aquí duerme Budry.
El niño que desafió al tiempo.
El hermano que nunca debió morir.
Colocó su colgante de hueso —una reliquia de su madre— sobre la tumba. Y no volvió a llorar nunca más.
Desde hacía semanas soñaba con una figura de luz y una roca con forma de lágrima, y cada vez que despertaba, la misma palabra resonaba:
—“Busca.”
Así que lo hizo.
Caminó por días, con un viejo mapa y una lanza de madera. Y al amanecer del tercer día, lo encontró.
Una roca enorme, negra como el carbón. Rota en tres partes, pero aún firme. En su centro… un artefacto triangular, dorado y levitando a unos centímetros, incrustado como si la roca lo hubiese parido.
La lluvia cesó. El viento se detuvo.
Chums extendió la mano.
—“¿Eres tú… lo que escucho en mis sueños?” —susurró.
Apenas tocó el triángulo, una onda de luz lo atravesó. El cielo se volvió blanco. Sus ojos se abrieron, y dentro de sí vio imágenes imposibles: batallas de siglos pasados, dioses cayendo, un guerrero con su rostro… pero mayor.
Y entonces, el dolor. Su cuerpo se elevó del suelo, la lanza se hizo polvo. Una voz antigua, no humana, retumbó en su mente:
—“Has sido elegido. El legado se despierta.”
Su piel brilló con marcas doradas. Su cabello flotó en el aire. Sus pupilas se volvieron blanco puro por unos segundos.
Y luego cayó, inconsciente.
Lo encontraron horas después, envuelto en energía. Los ancianos de la Guardia no podían creerlo.
—“Es imposible… nadie ha activado ese artefacto en mil años…”
—“Quizá no era un niño. Quizá siempre fue una señal.”
Epílogo del Despertar
Días después, Chums se despertó con una marca triangular en el pecho. El artefacto ya no estaba en la roca. Estaba dentro de él. No como un objeto… sino como parte de su alma.
Ese fue el primer día que la lanza corta divina apareció en su mano.
Y esa noche, cuando miró al cielo, supo que su vida nunca volvería a ser solo suya.
Chums había despertado.
Capítulo 2 – Ecos del Otro Mundo
Kalif, año 827. La guerra parecía dormida, pero el cielo no.
El sol apenas alumbraba los campos sagrados de Kalif cuando un estallido cortó el horizonte. Un portal desgarró la realidad misma, y del centro emergió una figura encapuchada, con energía distorsionada girando a su alrededor.
—“¡Una ruptura dimensional!” —gritó un centinela.
Chums, Supremo y Protector de Kalif, se lanzó desde la Torre del Viento con su lanza corta en mano. Su armadura brillaba como forjada por rayos. Al tocar el suelo, la tierra tembló.
El recién llegado no hablaba. Observaba, analizando. No era una amenaza aún… pero Kalif no podía arriesgarse.
—“No sé quién eres… pero acabas de cometer el peor error de tu vida.” —rugió Chums, y sin esperar más, se lanzó.
La lanza cortó el aire como un rayo dorado.
Pero entonces… el tiempo se detuvo.
No por completo. Solo a su alrededor.
Las gotas de lluvia quedaron suspendidas. El viento dejó de moverse. Solo dos almas permanecían activas dentro del flujo detenido: Chums… y el forastero.
—“Espera.” —dijo aquel guerrero, levantando la mano con calma.
—“No vine a destruir tu mundo… vine por error.”
—“¿Cómo controlaste el tiempo? ¿Quién eres realmente?” —preguntó Chums, sin bajar su lanza.
—“Me llamo Ikaru. Soy de un universo llamado Eclipsis.” —dijo, su voz cargada de gravedad—. “Este portal fue abierto accidentalmente durante la ruptura de las líneas temporales. No sabía que llegaría a Kalif... pero ya que estoy aquí, debo advertirte.”
—“¿Advertirme… de qué?”
Ikaru suspiró, y las visiones llegaron solas: un mundo descompuesto, lleno de portales colapsados, dioses luchando por control, y en medio de todo… un joven con el rostro de Budry.
—“Ese… ese no puede ser…” —susurró Chums, paralizado.
—“¿Lo conoces?” —preguntó Ikaru.
—“Ese es… Budry. Mi hermano. Murió hace años…”
—“En Eclipsis, existe. Pero… no es el mismo que tú recuerdas. Allí, fue tocado por un dios del caos. Su alma... no está intacta.”
Chums no respondió. Su cuerpo se tensó. Los recuerdos lo envolvieron como puñales.
Budry… vivo. Pero corrupto.
—“Llévame allí.”
Capítulo 3 – El Entrenamiento de lo Imposible
Ikaru llevó a Chums a través del portal, a un mundo intermedio entre dimensiones: el Nexus del Velo, un plano donde el tiempo corría distinto, donde el cuerpo y el alma podían entrenarse más allá de sus límites.
—“Aquí, un día equivale a un año de tu mundo.”
—“Entonces entrenaremos por diez.” —respondió Chums, sin titubear.
Durante el primer ciclo, Ikaru enseñó a Chums a sentir el tiempo: no controlarlo del todo, pero influirlo.
— “Ralentiza tu percepción. Mira más allá de los movimientos.”
Chums aprendió a esquivar ataques antes de que ocurran. A leer líneas temporales de segundos futuros. Su lanza corta se convirtió en una prolongación del tiempo mismo.
— “No peleas para vencer… peleas para proteger.” —le repetía Ikaru.
También entrenó en manipulación de energía pura, rayos, descargas, y defensa espiritual.
Una noche, Chums le preguntó:
—“¿Por qué me entrenas?”
Ikaru lo miró fijamente.
—“Porque pronto enfrentarás algo que ni siquiera los dioses han visto venir… y necesitaré a alguien como tú para detenerlo.”
Capítulo 4 – Batalla Junto a Ikaru
Una grieta se abrió en el Nexus. Una entidad del Vacío llegó. Un espíritu llamado Kharzel, devorador de destinos.
Ikaru y Chums pelearon juntos, por primera vez.
Chums ralentizó el tiempo, creó una tormenta de rayos, y lanzó su lanza como un cometa.
—“¡Tormenta de Kalif!”
Ikaru dividió el espacio con su espada fractal. Sus ataques eran como pinceladas de luz. Ambos sincronizados.
—“¡Ahora, Chums!”
Chums activó su técnica combinada: Reflejo Épico, una onda de energía ralentizada que atrapó a Kharzel en un bucle temporal.
—“Por Kalif, por mi hermano… ¡por lo que vendrá!”
Con un rugido divino, lo sellaron juntos.
—
Ikaru lo observó, agotado pero firme.
—“Has trascendido.”
Chums solo respondió:
—“No soy un dios. Solo soy un hermano… que no olvida.”
Capítulo 5 – El Dios Guerrero Xalgron
Lugar: El Cielo de Kalif, un plano superior donde el alma y la materia colisionan.
Tiempo: Dos años después del entrenamiento con Ikaru.
Estado de Chums: Fase Semi-Dios, con dominio parcial del tiempo y los elementos.
Estado de Xalgron: Dios Guerrero enviado por los dioses temerosos del crecimiento de Chums.
El Retador de los Cielos
El cielo se partió en dos.
Literalmente.
Una grieta como un tajo en la tela del firmamento dejó caer un ser colosal de 2.80 metros. Su cuerpo estaba forjado de magma y piedra divina. Sus ojos eran soles apagados. Su voz no necesitaba eco.
Xalgron había descendido.
—"Chums de Kalif… te has vuelto demasiado fuerte."
—"Eso no es un crimen." —respondió Chums, con la lanza corta brillando en su mano.
—"Para los dioses, lo es."
No hubo aviso. Solo violencia.
Xalgron alzó su enorme hacha de obsidiana y lanzó un corte que dividió la montaña en dos. Chums desapareció en un parpadeo, apareciendo a espaldas del dios con una estocada precisa, pero la piel de Xalgron era como acero celestial.
El impacto fue tan brutal que el Cielo de Kalif tembló.
Nubes de fuego. Rayos rojos. El aire ardía.
Una Danza de Dioses
La batalla se convirtió en sinfonía de destrucción.
Chums usaba su Ralentización Temporal, esquivando los golpes con movimientos imposibles. Cada ataque suyo era un rayo canalizado por su lanza, que crepitaba como un relámpago contenido.
—"¡Tormenta de Kalif!" —gritó, al invocar un ciclón eléctrico que atrapó a Xalgron en un remolino de relámpagos.
Pero el dios solo rugió, absorbiendo parte del poder.
—"Tus tormentas me alimentan, mortal."
Y lo arrojó contra la tierra con una fuerza que sacudió los cuatro reinos.
La Caída y la Visión
Chums se levantó con dificultad. Sangraba. Su lanza estaba rota.
Fue entonces cuando lo sintió.
El artefacto triangular brilló en su pecho.
Una voz lo envolvió:
—"No has despertado todo aún. Pero puedes usarlo… una vez."
Cerró los ojos.
Recordó a sus padres. A Kalif. A Katrina. A Budry. A Ikaru.
—"No lucho por gloria…" —murmuró—
"…lucho por Kalif."
Y activó su técnica prohibida:
ÉXODO DIVINO
El cielo se detuvo. Literalmente.
La realidad se fracturó como vidrio. El artefacto brilló como un sol.
Chums ascendió en el aire, su lanza restaurada, envuelta en energía divina. Su cuerpo flotaba como si el tiempo lo obedeciera.
Su voz retumbó:
—"Este será mi último ataque… ¡pero también será el último tuyo!"
Se lanzó a una velocidad imposible, una ráfaga de luz pura.
Xalgron intentó detenerlo con todo su poder, pero el Éxodo Divino lo atravesó… y lo desintegró.
El grito del dios se oyó en todos los planos.
Y cuando la luz se disipó… solo quedaba el silencio.
El Sacrificio
Chums cayó de rodillas.
Su lanza se apagó. Su cuerpo comenzó a desaparecer.
—"¿Este es el precio…?"
Una grieta en el espacio se abrió, arrastrándolo al Limbo Atemporal.
Un lugar fuera del tiempo, donde su alma quedaría atrapada.
Donde entrenaría por siglos.
Y su última frase antes de desaparecer fue:
—"Kalif… aún no está listo para mi regreso…"
Epílogo
El nombre de Chums se volvió leyenda.
Los dioses callaron.
Y en el Limbo, el Guerrero Supremo comenzó a forjar una nueva versión de sí mismo.
Más allá de la divinidad.
Capítulo 6 - El Regreso del Guerrero Caído (ECLIPSIS DUEL OF FATES)
La atmósfera era densa, irreal. Nubes púrpuras flotaban en el cielo rojizo del mundo Eclipsis, un lugar donde la vida y la muerte se entrelazaban con los hilos del destino. En medio del cráter de lo que alguna vez fue una ciudadela sagrada, un portal se abre rasgando el espacio con un silbido agudo y una explosión de energía plateada.
De él emerge Chums. Su silueta está envuelta en un halo celeste, su lanza corta reposa sobre su espalda y su mirada es firme, pero cargada de incertidumbre.
Cannorh: (con los ojos abiertos como platos)
—No puede ser… ¿Chums?
Sky: (aún más desconcertada)
—¡Está vivo! ¡Pero eso es imposible! ¡Él murió salvando a su familia hace años!
Chums avanza lentamente, observando su entorno. El lugar le resulta extraño y al mismo tiempo... familiar. Siente los ecos de la batalla que nunca vivió.
Chums:
—¿Dónde estoy exactamente?
Cannorh:
—Eclipsis… el mundo de los fragmentos rotos. No eres de aquí, ¿verdad?
Chums: (frunce el ceño)
—No… pero algo me trajo. Algo... o alguien.
Entonces lo ve. Una figura encorvada, de espaldas, envuelta en harapos oscuros, el cabello sucio cayéndole por el rostro. Chums se detiene. Hay algo en esa presencia… algo que duele.
Se acerca con cautela. Su corazón late con fuerza. Su voz tiembla.
Chums:
—…¿Budry?
La figura no responde. Chums se acerca más, extiende la mano y la apoya suavemente sobre su hombro.
En un instante, la figura se gira con violencia. Budry. Pero no el Budry que él recuerda. Su rostro está desfigurado por la locura, sus ojos desorbitados, su mandíbula desencajada. Un gruñido emerge de su garganta, como el de un animal salvaje.
Chums da un paso atrás, paralizado.
Chums:
—No… tú no eres… ¿Qué te pasó?
Antes de que pueda reaccionar, un golpe descomunal le impacta el rostro. Sale volando varios metros, rodando por el suelo. Moros ha aparecido.
Moros: (con voz grave y burlona)
—¡Cuánto drama! El héroe perdido vuelve... solo para caer otra vez.
La batalla comienza.
Chums se incorpora, escupe sangre y sonríe.
Chums:
—Entonces hagámoslo.
Lanza en mano, se lanza hacia Moros. La batalla sacude el campo. Cada choque de armas abre grietas en el suelo. Moros es poderoso, pero Chums ha entrenado en el Limbo, donde el tiempo no fluye. Cada movimiento suyo es perfecto.
De pronto, Budry ruge. Su cuerpo comienza a temblar. Sus ojos se fijan en Chums, y en ellos ve… algo distinto. No razón, pero sí conexión. Una vibración oscura se sintoniza con la energía de tristeza y rabia que Chums ha acumulado. Budry se lanza... ¡pero no contra él, sino junto a él!
Chums: (sorprendido)
—¿Budry… estás conmigo?
Budry: (gruñidos inhumanos)
—Grrhh… Raaahh…
Juntos, desatan una serie de combos imposibles. Chums guía los ataques con precisión divina; Budry los ejecuta con una furia descontrolada que destroza todo a su paso. Cadenas de luz y oscuridad se entrelazan. El tiempo parece ralentizarse mientras giran, saltan, chocan.
En un último acto de locura, Budry salta sobre Moros, lo atraviesa y lo devora. El cielo truena. Una explosión negra y dorada sacude el Eclipsis.
Del humo emerge una figura completamente distinta: Budry, ahora transformado. Una corona de sombras le cubre la cabeza, su cuerpo brilla con marcas sagradas y malditas al mismo tiempo.
Narrador:
—Así nació el nuevo dios. El Destino, la Fatalidad, la Perdición... Budry.
Entonces, entre el caos que comienza a disolverse, aparece Ikaru.
Ikaru:
—¡Chums! No hay tiempo. Kalif... ¡Kalif está siendo atacado por Tenebros! Los dioses lo enviaron allá para castigarlo por interferir aquí.
Chums: (con rabia y desesperación)
—¡Llévame allí ahora!
Ikaru:
—¡No puedo! El portal solo puede abrirse cuando las campanadas de la iglesia suenen. A las doce. Hasta entonces, nada…
Chums cierra los ojos, aprieta los puños. Siente impotencia. Entonces, decide hacer lo único que puede.
Extiende las manos al cielo. Desde su corazón emite una vibración antigua, una voz de energía pura. La envía a través del éter, un mensaje para los guardianes de Kalif.
Chums:
(voz etérea)
—Draven… Katrina… coman algo. No peleen con el estómago vacío. Les llegará lo que necesitan.
Y del cielo de Kalif, caen frutos sagrados, pan celestial, agua de manantial divino. Es el alimento de los elegidos.
En Kalif, Draven y Katrina, agotados, levantan la mirada. Entienden el mensaje.
Draven:
—Él viene…
Katrina:
—Aguantemos. Solo un poco más.
Las campanadas suenan.
Ikaru:
—¡Ahora!
El portal se abre. Chums se lanza hacia él con la furia de todos los soles del universo.
Capitulo 7 – El regreso a Kalif: FURIA CONTRA TENEBROS
El cielo de Kalif se partió en fragmentos. A lo lejos, una campana sonó doce veces, y en el centro de la ciudad en ruinas, una grieta dimensional se abrió con violencia.
Desde ella emergió un hombre de rostro endurecido, ojos ardientes y lanza corta en mano: Chums, el guerrero de linaje divino, vuelto del Limbo, templado por el Eclipsis.
Las flores se marchitaron. Las aves huyeron. El suelo vibró.
> Sky (voz a través del portal que se cierra):
“¡Haz que todo valga la pena, Chums…! ¡Por Kalif… y por ella!”
Chums no respondió. Su mirada ya se perdía entre las ruinas...
Chums caminó entre columnas destruidas, pasando junto a cadáveres, estatuas partidas y ecos de batalla. Una lluvia densa y oscura caía del cielo, como si el mismo mundo llorara.
Hasta que lo vio.
El cuerpo de Katrina, sin vida, con su brazalete brillando débilmente.
El cuerpo de Draven, a pocos pasos, herido, respirando con esfuerzo.
Chums cayó de rodillas junto a ellos.
> Chums (voz quebrada):
“No... no ustedes…
No otra vez.”
Draven abrió apenas los ojos.
> Draven:
“Llegaste… bastardo.”
Chums (agarrando su brazo):
“Resiste. Yo me encargo.”
Draven:
“Hazlo sufrir...”
Capítulo 8 – Aparición de Tenebros
La risa oscura rompió el cielo. Desde lo alto, descendiendo en forma de neblina con garras, surgió Tenebros, el dios de la penumbra. Sus ojos eran vacío, y su voz parecía hecha de gritos olvidados.
> Tenebros:
“Llegaste tarde, hijo de luz. Tu mundo ya sangra. Tus amigos ya se fueron.”
Chums se levantó lentamente. Sus pies encendieron el suelo. Su lanza brilló con energía blanca y azul. Una aura de tiempo distorsionado lo rodeó.
> Chums (apretando los dientes):
“Te equivocaste de mundo…
Y te metiste con la familia equivocada.”
Todo Kalif tembló. El cielo se volvió violeta. Y la batalla comenzó.
Chums se lanzó con una velocidad imposible. Su lanza corta atravesó dimensiones mientras los cielos ardían. Golpe tras golpe, relámpago tras relámpago.
Tenebros contraatacaba con sombras líquidas, proyectiles de almas malditas, tentáculos y distorsión gravitacional.
Cada choque de poder formaba anillos de luz y sombra, deformando la realidad a su alrededor.
> Tenebros (gritando):
“No puedes matarme. ¡Soy eterno!”
Chums (mientras gira en el aire):
“Entonces morirás por última vez.”
En un momento, Chums activó su técnica:
"Crux Temporal: Fractura del Amanecer"
El tiempo se congeló en un radio de cien metros, y Chums descargó cien golpes divinos en un instante, partiendo a Tenebros en mil fragmentos de oscuridad.
Pero Tenebros se regeneraba. La batalla se extendía.
Capítulo 9 – El Legado de la Alquimista
En medio del combate, un destello brotó del cuerpo de Katrina. El brazalete comenzó a girar solo. Chums lo sintió. Su alma seguía allí.
> Chums (gritando hacia el cielo):
“¡NO ESTÁS SOLA, KATRINA!”
El brazalete liberó una onda de luz azul, que potenció a Chums. Su cuerpo brilló, y su forma cambió. Entró en su Estado Súper Divino.
Las alas de energía se abrieron. El aura de Limbo y Eclipsis lo envolvieron.
> Chums (flotando con la lanza apuntando al pecho de Tenebros):
“Por Draven. Por Katrina. Por Kalif. Por los que no regresaron…”
“Éste es tu fin, Dios de la Penumbra.”
Chums lanzó su lanza. Una flecha de tiempo comprimido que cortó la oscuridad y atravesó el núcleo de Tenebros. El mundo se iluminó como un amanecer eterno.
El cuerpo de Tenebros se disolvió, sus gritos apagándose como una tormenta que por fin cede ante el sol.
Epílogo – Heridas de Luz
Chums cayó de rodillas. Tenía grietas de energía en todo el cuerpo. Fue hacia Draven, aún respirando.
> Draven (débil):
“Lo hiciste…”
Chums:
“Lo hicimos.”
Luego, Chums tomó el brazalete de Katrina. Lo guardó en su pecho, cerrando los ojos.
> Chums (susurrando):
“Prometí que no te dejaría entre sombras.”
Capitulo 10 – El camino hacia el santuario de Oltur
Kalif estaba en ruinas, pero por primera vez en días… el cielo era azul.
Chums se alejaba del campo de batalla, con el cuerpo desgarrado, pero la mirada fija. Sobre su pecho, el brazalete de Katrina brillaba con pulsos tenues.
Draven, aún herido, lo miró alejarse desde la camilla improvisada que los sanadores habían levantado.
> Draven (en voz baja):
“¿A dónde vas, hermano?”
Chums no se detuvo.
> Chums (sin girar):
“A un lugar donde la muerte no es final.”
Tras tres días de marcha a través de desiertos, glaciares y grietas temporales abiertas por la batalla, Chums llegó a un lugar oculto en lo más profundo del continente: el Santuario de Oltur, una estructura ancestral de columnas rotas flotando sobre un lago suspendido en el aire.
Allí, la alquimia prohibida dormía, guardada por espíritus que no reconocían ni dioses ni hombres.
> Voz ancestral:
“Chums, hijo del equilibrio… no puedes profanar este lugar con sentimientos.”
Chums se arrodilló en el círculo de invocación. Sacó el brazalete, colocándolo en el centro, junto a un frasco con la última gota de sangre de Katrina, recuperada en batalla.
> Chums (con lágrimas en los ojos):
“Ella no buscó el poder. Ella no merecía la muerte.”
“Si debo romper el cielo para traerla, lo haré.”
Los glifos del santuario comenzaron a girar.
Capítulo 11 – El Ritual Prohibido
Chums activó su alquimia interior—la que Katrina le había enseñado en secreto cuando eran más jóvenes—y empezó el ritual.
> Chums (gritando):
“¡Intercambio esencial! ¡Alma por alma! ¡Luz por oscuridad!”
Su brazo derecho fue envuelto en fuego azul. Su espalda comenzó a resquebrajarse como mármol. Pero no se detuvo.
De pronto, el brazalete levitó, y una figura etérea apareció. Era Katrina, translúcida, con ojos húmedos.
> Katrina (suave, casi viento):
“¿Qué estás haciendo, tonto?”
> Chums:
“Trayéndote a casa.”
> Katrina:
“¿A qué costo, Chums? El mundo aún te necesita.”
> Chums:
“Yo no soy nada sin ustedes.”
La figura de Katrina sonrió. Una lágrima etérea tocó el suelo y se convirtió en una gema de alma.
> Katrina:
“Entonces hazlo bien. No me devuelvas. Protégelos a todos… por mí.”
El círculo se deshizo. El lago cayó lentamente al suelo. Chums quedó de rodillas, llorando en silencio, con la gema de alma brillando en sus manos.
Epílogo – Promesas que No Mueren
De regreso en Kalif, Chums entregó la gema a Draven.
> Chums:
“Está aquí. No como antes, pero… sigue con nosotros.”
Draven (cerrando la mano sobre la gema):
“Entonces que Kalif viva… por ella.”
Desde aquel día, el Santuario de Oltur fue sellado nuevamente.
Y la gema de Katrina descansó en el corazón del nuevo bastión:
La Torre de los Caídos, construida en honor a los que dieron todo… y regresaron, aunque solo fuera en parte.
PODERES Y HABILIDADES
Habilidades Base (desde su infancia)
Instinto de Combate: Incluso sin entrenamiento formal, Chums tenía una intuición nata para el combate, prediciendo movimientos y reacciones.
Agilidad Sobrehumana: Desde niño, podía escalar árboles y estructuras con facilidad, moverse rápido entre entornos naturales y esquivar ataques.
Resistencia Innata: Su cuerpo resistía temperaturas extremas, golpes y fatiga con mucho más aguante que un humano común.
Empatía Rúnica: Sentía la "voz" del artefacto triangular antes de encontrarlo, lo que indica una conexión natural con las fuerzas divinas.
ACTIVACION DEL ARTEFACTO TRIANGULAR
Cuando tocó el artefacto triangular incrustado en roca, sus poderes divinos se activaron por primera vez:
Despertar Elemental: Control limitado de los cuatro elementos básicos (fuego, agua, viento, tierra).
Visiones del Tiempo: Breves destellos de futuros posibles o pasados ocultos (activado espontáneamente).
Aura Protectora: Un campo de energía invisible que reduce daño físico durante un tiempo corto.
Salto Divino: Un impulso veloz que le permite desplazarse o atacar en línea recta con energía pura.
HABILIDADES DE COMBATE (ENTRENAMIENTO EN LA GUARDIA ETERNA)
Maestro en Lanza: Corta: Precisión, velocidad y fuerza; puede usarla para cortar, lanzar o canalizar energía.
Combos Fluídos: Combina técnicas marciales con movimientos ágiles acrobáticos, haciéndolo impredecible.
Meditación de Batalla: Estado mental que reduce el miedo, mejora la percepción y ralentiza el entorno brevemente.
Marcado del Alma: Rastrea enemigos por esencia vital; ideal contra entes invisibles o dioses.
Modo Divino Inicial: (tras pelea contra Xalgron)
Control Elemental Avanzado: Puede fusionar elementos (lava, tormentas, hielo afilado).
Exodo Divino (técnica final): Libera toda su energía en una explosión que borra el entorno y lo transporta a otro plano.
Voz de los Antiguos: Puede comunicarse mentalmente con seres importantes (como cuando envía voces a Draven y Katrina).
Espejo Temporal: Durante segundos, repite una acción pasada, útil para esquivar o contraatacar.
ENTRENAMIENTO EN EL LIMBO
Durante su aislamiento en el Limbo, Chums alcanza un nivel Súper Divino, casi comparable a una deidad:
Distorsión del Tiempo: Puede acelerar o ralentizar zonas específicas durante el combate.
Fragmentación de Realidad: Crea clones temporales hechos de energía para confundir o atacar.
Invocación de las Llamas Eternas: Fuego divino que quema materia, magia o recuerdos.
Trance del Vacío: Estado donde su cuerpo se vuelve intangible y etéreo por unos segundos.
Marcha Celestial: Camina por el aire, genera ondas destructivas con cada paso en modo cólera.
ENTRENAMIENTO CON DR.IKARU
Bajo entrenamiento de Ikaru, Chums desbloquea técnicas superiores:
Relámpago Reverso: Lanza una descarga que impacta primero el pasado de un enemigo, desorientando su presente.
Eco Rítmico: Todo ataque se repite dos segundos después, haciendo imposible esquivar sus combos.
Canal de Eternidad: Puede absorber energía del entorno y liberarla como explosión omnidireccional.
Pilar del Juicio: Una técnica divina aprendida en Eclipsis que convoca un rayo descendente capaz de partir montañas.
FURIA CELESTIAL (CONTRA TENEBROS)
Cuando Chums ve a Katrina muerta y a Draven casi moribundo:
Ruptura Dimensional: Su poder rompe la realidad, afectando clima, tierra y magia cercana.
Mano del Alba: Su lanza brilla como el sol naciente, cortando oscuridad y regenerando energía vital por impacto.
Lengua de los Dioses: Comienza a hablar un idioma prohibido que potencia su cuerpo y vuelve sus ataques absolutos.
Llama del Recuerdo: Cada recuerdo de un aliado caído se convierte en un proyectil devastador.
TECNICAS ESPECIALES NOTABLES
Éxodo Divino (versión final): Tras entrenamiento con Ikaru, esta técnica puede usarse sin desaparecer, controlando su destino.
Lanza de las Eras: La lanza de Chums acumula energía de cada enemigo vencido; al lanzarla, atraviesa el tiempo.
Bendición de Kalif: Solo se activa en su tierra natal. Lo vuelve invulnerable por segundos y potencia todo lo que protege.
ARTEFACTO DIVINO
Triángulo de Kalif:
Reactiva su poder cuando está cerca de la muerte o en presencia de desequilibrio universal.
También actúa como brújula dimensional.
PERSONALIDAD
Protector nato.
Estratégico, meditativo y sacrificado.
Siente culpa y vacío por la caída de sus seres queridos.
Rencor contra los dioses.
Muestra compasión incluso a quienes lo traicionan.
ESTADISTICAS BASE (MODO NORMAL)
Atributo / Valor
Fuerza / 8.5/10
Resistencia / 9/10
Velocidad / 8/10
Inteligencia táctica / 9.5/10
Control elemental / 7/10
Dominio del tiempo / 5/10 (latente)
ESTADISTICAS (MODO SUPER DIVINO - LIMBO DESPERTADO)
Atributo / Valor
Fuerza / 10/10
Resistencia / 10/10
Velocidad / 10/10
Control elemental / 10/10
Control temporal / 9.5/10
Aura divina / 10/10
TECNICAS LEGENDARIAS
Técnica Descripción
Éxodo Divino: Técnica final que distorsiona el plano físico y espiritual, borrando lo que toca.
Lanza de las Eras: Lanza bendecida que atraviesa tiempo y dimensiones.
Marcha Celestial: Cada paso genera ondas que desintegran la oscuridad.
Relámpago Reverso: Golpea el pasado del enemigo, causando inestabilidad.
Trance del Vacío: Estado etéreo donde nada puede tocarlo.
Eco Rítmico: Todo ataque se repite dos segundos después, inevitable.
FORTALEZAS
Invulnerable a ilusiones, miedo y manipulación mental.
Combate multidimensional.
Combos perfectos con Budry e Ikaru.
Capacidad de liderazgo natural.
DEBILIDADES
Su corazón humano lo vuelve vulnerable al dolor emocional.
Se descontrola al ver la muerte de seres queridos.
El uso prolongado del modo Súper Divino puede romper su esencia.
No puede manipular el tiempo a gran escala sin consecuencias.
ALIADOS CLAVE
Draven (mejor amigo y líder terrenal de Kalif)
Katrina (rival, aliada, símbolo de resistencia)
Ikaru (maestro dimensional)
Budry (Dios de la Fatalidad tras el Eclipsis)
Budry (Hermano en The Last Prophecy)
FRASES ICONICAS
“Si el destino es una cadena, yo seré la lanza que la rompa.”